La fiebre en los niños es una de las principales razones de consulta pediátrica. Aunque puede ser alarmante para los padres, en la mayoría de los casos es una respuesta natural del cuerpo ante una infección y no representa un peligro grave. Sin embargo, hay situaciones en las que se debe prestar especial atención y acudir al médico.
La fiebre
La fiebre es un aumento temporal de la temperatura corporal en respuesta a una infección u otra afección. En los niños, se considera fiebre cuando la temperatura supera los 38°C medida con un termómetro rectal, oral o axilar.
Causas Comunes de Fiebre en Niños
Las causas más frecuentes de fiebre en los niños incluyen:
- Infecciones virales (resfriado, gripe, COVID-19, etc.)
- Infecciones bacterianas (otitis, faringitis, infecciones urinarias)
- Vacunaciones recientes
- Golpes de calor o exceso de abrigo
¿Cuándo Preocuparse?
Si bien la fiebre en sí misma no es peligrosa, hay ciertos signos de alarma que requieren atención médica:
1. Edad del niño
- Menores de 3 meses: Toda fiebre superior a 38°C debe ser evaluada de inmediato por un pediatra.
- Entre 3 y 6 meses: Consultar si la fiebre supera los 39°C o si el bebé está irritable, letárgico o con dificultad para alimentarse.
- Mayores de 6 meses: Observar el comportamiento del niño. Si está activo y alerta, la fiebre suele ser benigna.
2. Duración de la fiebre
Si la fiebre dura más de 3 días sin una causa aparente, se debe consultar con el médico.
3. Otros síntomas preocupantes
Consultar al pediatra si el niño presenta:
- Dificultad para respirar
- Rigidez en el cuello
- Convulsiones febriles
- Erupciones cutáneas extrañas
- Letargo extremo o irritabilidad inusual
- Falta de orina en 8-12 horas (signo de deshidratación)
Cómo Manejar la Fiebre en Casa
Si el niño no presenta signos de alarma, se pueden seguir estas recomendaciones:
- Mantenerlo hidratado con agua, leche materna o soluciones de rehidratación oral.
- Vestirlo con ropa ligera y evitar el exceso de abrigo.
- Usar medicamentos antipiréticos como paracetamol o ibuprofeno (según indicación médica y nunca en menores de 3 meses sin consulta previa).
- Proporcionar un ambiente fresco y bien ventilado.
Conclusión
La fiebre en niños suele ser una respuesta natural del organismo ante una infección y no siempre es motivo de preocupación. Sin embargo, es importante conocer los signos de alarma y actuar de manera adecuada. Si tienes dudas, consulta siempre con un pediatra para garantizar el bienestar de tu hijo.